domingo, 13 de enero de 2008

Encuentro

Desde el valle de Tulum, en estas tierras sanjuaninas, les mando un saludo cordial. Mirando material, en el calorcito veraniego que madura y endulza las uvas, encuentro una poesía en el centro de un tríptico, en el anverso de una imagen de Cristo. Me trae recuerdos de tiempos muy fecundos -hace ya unos 20 años-, y más precisamente en las aulas de teología del Colegio Máximo de los jesuitas en San Miguel, Bs As. Su autor es uno de aquellos compañeros. No lo he vuelto a ver pero este escrito suyo, más o menos reciente, me lo hizo presente. Convivimos con ellos, por las mañanas de lunes a viernes, algunos años de estudio compartiendo en la alegría del crecimiento momentos formativos y fraternos. Un agradecimiento al Señor, una vez más, por su bondad, la de ayer, la de hoy... la de siempre.
Jesús.. ¿qué dices cuando callas?
Cuando callo lo que digo "es que te quiero",
que mi amor te ama en silencio,
como en silencio muere el grano
para darse por entero.
Cuando callo lo que digo es "dame tiempo",
el tiempo necesario para poner
sobre tu rostro un beso nuevo.
Cuando callo lo que digo es " te espero",
que siempre te he esperado,
aunque tú, no siempre aquí hayas vuelto.
Cuando callo lo que digo
es "que me cuentes lo que vives y sin miedo";
pues cuando tímido me dices:
"¿Señor, no sé en verdad cómo comienzo?",
yo ya he empezado a leer en tu secreto.
Cuando callo lo que digo es "te respeto",
pues siendo el que todo lo hizo y aún más puedo,
para hacerlo ahora en ti, necesito tu "sí, quiero".
Cuando callo lo que digo es "de ti estoy sediento",
de regalarte esa verdad que dé tu alumbramiento.
¡Quiero llenarte de Vida!, y sabes que no miento.
Cuando callo lo que digo es "¡escuchemos!",
el soplo del Espíritu ya va a levantar vuelo
y en él se eleva tu gemido: "¡Papá, sin ti, no puedo!"
Jesús, afiname el oído
para escuchar lo que tu amor por mí está haciendo,
de modo que no tenga que pedirte que me hables
¡cuando tanto me dice... tu silencio!.
Javier Albisu sj