
domingo, 21 de diciembre de 2008
Exploradores de la Virgen de Shönstatt

Los papás de los exploradores

El entusiasmo y la alegría, el esfuerzo y el espíritu de superación de este grupo de exploradores -dirigentes, jóvenes y chicos- se vieron claramente en las múltiples actividades durante el año, tanto en la misma Parroquia como cuando salían invitados a participar en algún acontecimiento y sobre todo en los mismos campamentos que son su mayor alegría.
La devoción a nuestra Madre la Virgen de Schönstatt estuvo todo el año encendiendo el corazón de cada uno de ellos en el momento de oración al inicio de tareas cada tarde de sábado.
Recuerdo ahora una noche que regresaban los exploradores de uno de sus campamentos la generosidad de los papás ayudando a bajar las cosas, que son muchas, integrados a la alegría de los frutos del campamento y muy cercanos con este gesto a los dirigentes y a sus propios chicos.
Una felicitación grande y muy cálida a estos hermanos nuestros que nos muestran una de las formas en que aman a sus hijos acercándolos a otras familias con sus mismos ideales y fortaleciéndose al compartir todo lo bueno que la actividad y los principios del grupo de exploradores tiene.
viernes, 15 de agosto de 2008
fra Angelo
Retornando al blog abrimos esta ventanita a fr Angelo. Un buen hermano, un sacerdote que ama su ministerio y su vocación franciscana. Es uno de los frailes que vino de la Provincia Franciscana de Asís a la Fundación de San Antonio aquí cerca en Ciudadela pegadito a la Capital Federal, al oeste. Está con nosotros y su pastoral más fuerte es en el Hospital Churruca desde hace ya casi veinte años, va y viene también por la Capital y a veces en el primer cordón del conurbano con los sacramentos a los enfermos cuando se lo solicitan, colabora además con el servicio sacerdotal nocturno cuando le toca hacerlo. Estamos actualmente cuatro frailes aqui en Lanús; fray Daniel y los aspirantes partieron para nuestro convento de Bahía Blanca hace ya un cierto tiempo. Para fray Claudio, fray Oscar y para mí, argentinos y más jóvenes fra Angelo es experiencia y tradición de la Orden. Su primera misión fue en Nicaragua permaneció en aquellas tierras por tres años "hace tiempo y allá lejos", entre nosotros lleva más de cuarenta años pero conserva su acento italiano y un poco más de esa bella lengua sobre todo en el uso de los verbos pero más que nada en el entrañable amor a su Italia "piccola ma grande". Tiene en su corazón los lugares franciscanos de los orígenes, Asís y otras ciudades donde sirvió con alegría en los tiempos que permaneció antes y entre sus años de misionero "ad gentes" aquí en América. Es muy edificante su devoción eucarística, a renovado la Capilla del Santísimo de nuestra iglesia dejándola hermosa y acogedora para la oración. Es constante en la oración, sobre todo con la Liturgia de las Horas. En la imagen de arriba está en su "viverito" -no advirtió que le tomaba la foto- está regando un limonero Paraguayo -"son chiquitos pero jugosos" me comenta- que le regaló una familia de la Avda Garay en la Capital, ellos son feligreses de la Parroqiua -cercana al Churruca- donde él celebra la Eucaristía el domingo a la tarde. En ese balcón da las primeras caricias y cuidados a sus plantitas que luego va ubicando en la Iglesia y en la casa. Le gusta mucho la música, suele pasar ratitos lindos en el armonio y es común verlo pasar cantando. Es un hombre bueno.
lunes, 18 de febrero de 2008
Bienvenidos!
Como fraternidad vivimos hoy la llegada de Javier y Emanuel, aspirantes que compartirán con nosotros esta "edad" de su discernimiento acompañados en lo más específico del proceso por fr Daniel más toda la fraternidad en el compartir diario. Estamos todos y es, ahora sí, el inicio de la vida interna de la fraternidad en todas sus dimensiones. Fray Angelo -hermano sacerdote ya mayor pero activo- comparte el mediodía, tiene su pastoral en Capital, y se lo extraña las pocas veces que cuando por sus obligaciones no puede llegar y estar en la mesa.
Desde acompañarlos de Capital hasta nuestra casa, [uno viene de las cálidas tierras sanjuaninas -entre viñedos y frutales anduvieron estos últimos jóvenes años suyos-, el otro, joven también, de la urbe porteña en uno de los barrios más densamente poblados y céntricos], pasando por el compartir fraterno y la mesa, con Angelo, hasta culminar, al atardecer y después de un merecido descanso, con la celebración de la Eucaristía, todo anduvo en calidez y gozo, en cercanía y fresca esperanza, en sencillez y verdad.
A la cena se sumó Alejandro -de acá cerca también en Capital-, más adelantado en el caminito, pronto a "sumergirse" en su postulantado en el norte salteño; no quiso perderse esta jornada ni dejar de saludar hoy a Emanuel y Javier.
Distendidos y mateando, nos metimos en la imagen que te compartimos.
domingo, 17 de febrero de 2008
Magdalena María

Un Bautismo celebrado en la comunidad es siempre una alegría y de las grandes. Esta vez en el seno de una familia que vive lejos, en este tiempo gozoso de algunas semanas meciéndose en la "cuna" nativa, el Espíritu de Dios y el agua bautismal hicieron renacer a la hija de Pancho y Pía a la Vida nueva de la fe. En la dinámica del Misterio de la Pascua, la inmersión de MM en las aguas bautismales nos ponía en sintonía con la Liturgia del Domingo pasado de las tentaciones de Jesús en el desierto como un anticipo del Misterio de la Cruz; sumergida en la muerte de Cristo el pecado de Adán muere en ella, en ella que es ahora habitación del Espíritu. La Resurrección anticipada en la Liturgia de este Domingo de la Transfiguración en el monte, es participada por MM en su emerger de las aguas bautismales.
El Evangelio de Juan -leido con airecitos sanjuaninos- nos hace referencia al nombre de MM. Poco antes la risa de Pancho lo decía todo cuando comentábamos cómo fue elegido ese nombre y el recuerdo de tía Magdalena en la vida de los entonces chicos de la familia. Los jóvenes padrinos -una de ellos Lucía evoca, sin saberlo, a la otra Lucía-, con el cariño confesado en sus rostros y con toda la buena intención de involucrarse en el crecimiento de la vida de fe de su ahijadita, se acercaron al Cirio Pascual para tomar la luz del Resucitado. Cada tanto también las voces vigorosas, "plateadas" y muy afinadas de la mamá de MM y de tía Belén doblaban la alabanza, la oración, según el acertado adagio: "El que canta ora dos veces" (S. Agustín, sal. 72,1) expresando a la vez el gozo del Espíritu del Resucitado.
Caminar los claustros del Convento de los Franciscanos Recoletos -vestía el hábito esa mañana- me hizo presente, como un viento anclado, a aquellos hermanos que fueron despojados, echados, de su casa y los agitados avatares de la historia. En un momentito de oración en el recogido ambiente de la Capilla del santísimo cuyas ventanitas dan al ras del piso del Cementerio, sentía vibrar fuerte el Misterio de Dios presente en la Eucaristía y la Iglesia en la cercanía de otros que estaban también ahi, en oración.
En el sepulcro de abuela Haydee, con sus restos mortales, se abrió en el alma un caminito apretado de afecto y emoción que me llevó a "abrazarla" y en el abrazo comulgar con tantos y tantos, en primer lugar con Mamá, en una cercanía única. El Campo Santo se abre al cielo y al corazón -en su hondón más humano-, su silencio dice de raíces y de cielos nuevos y últimos... de alegría humedecida en el torrente sereno y cristalino que viene manando desde bien adentro.
Los saludos, los obsequios -bombones caseros de Mercedita-, las risas, los abrazos, las miradas brillantes, la sonrisa amplia de Mecha restablecida en su salud ... la paz de MM, es despedida en medio de un murmullo de lenguas extranjeras que miran y admiran ese rincón de Buenos Aires.
domingo, 13 de enero de 2008
Encuentro
Desde el valle de Tulum, en estas tierras sanjuaninas, les mando un saludo cordial. Mirando material, en el calorcito veraniego que madura y endulza las uvas, encuentro una poesía en el centro de un tríptico, en el anverso de una imagen de Cristo. Me trae recuerdos de tiempos muy fecundos -hace ya unos 20 años-, y más precisamente en las aulas de teología del Colegio Máximo de los jesuitas en San Miguel, Bs As. Su autor es uno de aquellos compañeros. No lo he vuelto a ver pero este escrito suyo, más o menos reciente, me lo hizo presente. Convivimos con ellos, por las mañanas de lunes a viernes, algunos años de estudio compartiendo en la alegría del crecimiento momentos formativos y fraternos. Un agradecimiento al Señor, una vez más, por su bondad, la de ayer, la de hoy... la de siempre.
Jesús.. ¿qué dices cuando callas?
Cuando callo lo que digo "es que te quiero",
que mi amor te ama en silencio,
como en silencio muere el grano
para darse por entero.
Cuando callo lo que digo es "dame tiempo",
el tiempo necesario para poner
sobre tu rostro un beso nuevo.
Cuando callo lo que digo es " te espero",
que siempre te he esperado,
aunque tú, no siempre aquí hayas vuelto.
Cuando callo lo que digo
es "que me cuentes lo que vives y sin miedo";
pues cuando tímido me dices:
"¿Señor, no sé en verdad cómo comienzo?",
yo ya he empezado a leer en tu secreto.
Cuando callo lo que digo es "te respeto",
pues siendo el que todo lo hizo y aún más puedo,
para hacerlo ahora en ti, necesito tu "sí, quiero".
Cuando callo lo que digo es "de ti estoy sediento",
de regalarte esa verdad que dé tu alumbramiento.
¡Quiero llenarte de Vida!, y sabes que no miento.
Cuando callo lo que digo es "¡escuchemos!",
el soplo del Espíritu ya va a levantar vuelo
y en él se eleva tu gemido: "¡Papá, sin ti, no puedo!"
Jesús, afiname el oído
para escuchar lo que tu amor por mí está haciendo,
de modo que no tenga que pedirte que me hables
¡cuando tanto me dice... tu silencio!.
Javier Albisu sj
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