jueves, 28 de marzo de 2013
Card. Ortega y manuscrito de Papa Francisco
Card. Jaime Ortega y Papa Francisco
El Cardenal Jaime Ortega,
Arzobispo de la Habana ,
compartió durante la Homilía
de la Misa que
concelebró el sábado 23 de marzo pasado, en su Catedral, un manuscrito que Papa
Francisco, entonces Cardenal Bergoglio, le entregara con la síntesis sobre lo
expuesto por él en una Congregación General previa al Cónclave. Finalizada
aquella intervención –que le “pareció, magistral, esclarecedora, comprometedora
y cierta”- el Card. Ortega se acercó a solicitarle el texto escrito. Como el
Card. Bergoglio desarrolló la exposición “sin papel”, no pudo complacerlo. Pero
posteriormente, “con delicadeza extrema” como dijo el Card. Ortega, redactó un
manuscrito con la síntesis de lo que había expresado en la Congregación General
complaciendo así el pedido del Cardenal cubano. Al recibirlo, éste preguntó al
Card Bergoglio si podía difundir este pensamiento, le respondió que sí; lo
compartió entonces, en aquellos días de discernimiento, con otros Cardenales.
Electo Papa Francisco, el Card Ortega volvió a preguntarle si podía difundirlo,
una vez más lo autorizó y esta vez lo compartimos aquí.
Manuscrito (fragmento)
Manuscrito*
- Se hizo referencia a la
evangelización. Es la razón de ser de la Iglesia.
- “La dulce y confortadora alegría
de evangelizar” (Pablo VI).
- Es el mismo Jesucristo
quien, desde dentro, nos impulsa.
1.- Evangelizar supone celo
apostólico.
Evangelizar supone en la Iglesia la parresía de
salir de sí misma. La Iglesia
está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del
misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia
y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria.
2.- Cuando la Iglesia no sale de sí
misma para evangelizar deviene autorreferencial
y entonces se enferma (cfr. La mujer encorvada sobre sí misma del Evangelio).
Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales
tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico.
En el Apocalipsis Jesús dice
que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que
golpea desde fuera la puerta para entrar… Pero pienso en las veces en que Jesús
golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia autorreferencial
pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.
3.- La Iglesia , cuando es
autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser el mysterium lunae y da lugar a ese mal tan
grave que es la mundanidad espiritual
(Según De Lubac, el peor mal que puede sobrevenir a la Iglesia ). Ese vivir para
darse gloria los unos a otros.
Simplificando; hay dos
imágenes de Iglesia: la
Iglesia evangelizadora que sale de sí; la Dei
Verbum religiose
audiens et fidenter proclamans, o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí.
Esto debe dar luz a los
posibles cambios y reformas que haya que hacer para la salvación de las almas.
4.- Pensando en el próximo
Papa: un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración
a Jesucristo, ayude a la
Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que
la ayude a ser la madre fecunda que vive de “la dulce y confortadora alegría de
evangelizar”.
*Este texto fue tomado de:
Palabra Nueva
www.palabranueva.net revista de la Arquidiócesis de la Habana
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