Liniers - Buenos Aires. 7 de agosto de 2012
miércoles, 7 de agosto de 2013
San Cayetano, ruega por nosotros.
Con Jesús y San Cayetano vamos al encuentro de los más necesitados
Card. Bergoglio en la Iglesia de San Cayetano
Liniers - Buenos Aires. 7 de agosto de 2012
Liniers - Buenos Aires. 7 de agosto de 2012
HIMNO A SAN CAYETANO
Padre glorioso San Cayetano
traigo en mis manos mi corazón,
con la esperanza y la
confianza
abro mi alma con mi oración.
Muéstrame siempre, San
Cayetano,
al Niño Dios, mi salvador,
que en su mirada vea el amor
y en sus bracitos paz y
unión.
San Cayetano, danos la paz
danos trabajo, danos el pan.
Siempre vivamos en alegría
en la justicia y en el amor
Cuando en mi alma sienta
tristeza
cuando en mi alma sienta
dolor,
dame paciencia, dame tu
fuerza
ayúdame, mi protector.
Siempre tú fuiste, San
Cayetano
desde el Cielo, mi protector,
nunca me olvides en esta vida
dame siempre tu bendición.
Mensaje del
Papa Francisco a los fieles de San Cayetano
miércoles, 19 de junio de 2013
De san Cipriano
san Cipriano
San Cipriano vivió en la segunda mitad del siglo III. Perteneció a la Iglesia africana de aquel entonces. Sobre él podés consultar en www.vatican.va la catequesis del miércoles 6 de junio de 2007 de Benedicto XVI.
Lo celebramos el 16 de setiembre. En el Oficio de lectura de hoy miércoles de la semana XI del tiempo ordinario, encontramos parte de su Tratado Sobre la oración del Señor y aquí comparto el último párrafo de esta la segunda lectura.
Miércoles de la Semana XI - De la feria
Oficio de Lectura - Segunda Lectura
Del Tratado de san Cipriano, obispo y mártir, Sobre la oración del Señor.
Oficio de Lectura - Segunda Lectura
Del Tratado de san Cipriano, obispo y mártir, Sobre la oración del Señor.
(Cap. 13-15: CSEL 3, 275-278) [Último párrafo]
La voluntad de Dios es la que
Cristo cumplió y enseñó. La humildad en la conducta, la firmeza en la fe, el
respeto en las palabras, la rectitud en las acciones, la misericordia en las
obras, la moderación en las costumbres; el no hacer agravio a los demás y
tolerar los que nos hacen a nosotros, el conservar la paz con nuestros
hermanos; el amar al Señor de todo corazón, amarlo en cuanto Padre, temerlo en
cuanto Dios; el no anteponer nada a Cristo, ya que él nada antepuso a nosotros;
el mantenernos inseparablemente unidos a su amor, el estar junto a su cruz con
fortaleza y confianza; y, cuando está en juego su nombre y su honor, el mostrar
en nuestras palabras la constancia de la fe que profesamos, en los tormentos la
confianza con que luchamos y en la muerte la paciencia que nos obtiene la
corona. Esto es querer ser coherederos de Cristo, esto es cumplir el precepto
de Dios y la voluntad del Padre.
domingo, 28 de abril de 2013
Valor y límites de la libertad
Del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia tomo tres números
sobre la libertad. Algunas sombras
que amenazan conculcarla se filtran en estos días en la vida de la Nación y pueden ser
disipadas a tiempo. Hay más sobre el tema en el Compendio que lo puedes
encontrar en http://www.vatican.va/archive/index_sp.htm
Valor y límites de la libertad
135 El hombre puede dirigirse hacia el bien sólo en la libertad, que Dios le ha dado como signo eminente de su imagen: «Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decisión (cf. Si 15,14), para que así busque espontáneamente a su Creador y, adhiriéndose libremente a éste, alcance la plena y bienaventurada perfección. La dignidad humana requiere, por tanto, que el hombre actúe según su conciencia y libre elección, es decir, movido e inducido por convicción interna personal y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa».
135 El hombre puede dirigirse hacia el bien sólo en la libertad, que Dios le ha dado como signo eminente de su imagen: «Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decisión (cf. Si 15,14), para que así busque espontáneamente a su Creador y, adhiriéndose libremente a éste, alcance la plena y bienaventurada perfección. La dignidad humana requiere, por tanto, que el hombre actúe según su conciencia y libre elección, es decir, movido e inducido por convicción interna personal y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa».
El hombre justamente aprecia
la libertad y la busca con pasión: justamente quiere —y debe—, formar y guiar
por su libre iniciativa su vida personal y social, asumiendo personalmente su
responsabilidad. La libertad, en efecto, no sólo permite al hombre cambiar
convenientemente el estado de las cosas exterior a él, sino que determina su
crecimiento como persona, mediante opciones conformes al bien verdadero: de
este modo, el hombre se genera a sí mismo, es padre de su propio ser y
construye el orden social.
136 La libertad no se opone a la dependencia creatural del hombre respecto a Dios. La Revelación enseña que el poder de determinar el bien y el mal no pertenece al hombre, sino sólo a Dios (cf. Gn 2,16-17). «El hombre es ciertamente libre, desde el momento en que puede comprender y acoger los mandamientos de Dios. Y posee una libertad muy amplia, porque puede comer “de cualquier árbol del jardín”. Pero esta libertad no es ilimitada: el hombre debe detenerse ante el “árbol de la ciencia del bien y del mal”, por estar llamado a aceptar la ley moral que Dios le da. En realidad, la libertad del hombre encuentra su verdadera y plena realización en esta aceptación».
137 El recto ejercicio de la libertad personal exige unas determinadas condiciones de orden económico, social, jurídico, político y cultural que son, «con demasiada frecuencia, desconocidas y violadas. Estas situaciones de ceguera y de injusticia gravan la vida moral y colocan tanto a los fuertes como a los débiles en la tentación de pecar contra la caridad. Al apartarse de la ley moral, el hombre atenta contra su propia libertad, se encadena a sí mismo, rompe la fraternidad con sus semejantes y se rebela contra la verdad divina». La liberación de las injusticias promueve la libertad y la dignidad humana: no obstante, «ante todo, hay que apelar a las capacidades espirituales y morales de la persona y a la exigencia permanente de la conversión interior si se quieren obtener cambios económicos y sociales que estén verdaderamente al servicio del hombre».
136 La libertad no se opone a la dependencia creatural del hombre respecto a Dios. La Revelación enseña que el poder de determinar el bien y el mal no pertenece al hombre, sino sólo a Dios (cf. Gn 2,16-17). «El hombre es ciertamente libre, desde el momento en que puede comprender y acoger los mandamientos de Dios. Y posee una libertad muy amplia, porque puede comer “de cualquier árbol del jardín”. Pero esta libertad no es ilimitada: el hombre debe detenerse ante el “árbol de la ciencia del bien y del mal”, por estar llamado a aceptar la ley moral que Dios le da. En realidad, la libertad del hombre encuentra su verdadera y plena realización en esta aceptación».
137 El recto ejercicio de la libertad personal exige unas determinadas condiciones de orden económico, social, jurídico, político y cultural que son, «con demasiada frecuencia, desconocidas y violadas. Estas situaciones de ceguera y de injusticia gravan la vida moral y colocan tanto a los fuertes como a los débiles en la tentación de pecar contra la caridad. Al apartarse de la ley moral, el hombre atenta contra su propia libertad, se encadena a sí mismo, rompe la fraternidad con sus semejantes y se rebela contra la verdad divina». La liberación de las injusticias promueve la libertad y la dignidad humana: no obstante, «ante todo, hay que apelar a las capacidades espirituales y morales de la persona y a la exigencia permanente de la conversión interior si se quieren obtener cambios económicos y sociales que estén verdaderamente al servicio del hombre».
sábado, 20 de abril de 2013
Elección del nuevo Mtro Gral franciscano
El Santo Padre Francisco, el
pasado 6 de abril, ha nombrado Secretario de la Congregación para los
Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica al Hno
José Rodriguez Carballo OFM, ahora nuestro ex Ministro General, elevándolo al
mismo tiempo a la sede titular de Belcastro, con la dignidad de Arzobispo.
Para el 21 y 22 de mayo
próximos fueron convocados, por el Vicario general Hno Michael Perry OFM y el
Definitorio general, frailes representantes de las Conferencias franciscanas
de los distintos continentes con el propósito de elegir un nuevo Ministro General
que prestará este alto servicio hasta el próximo Capítulo general. Para acompañar
ya desde ahora este discernimiento y elección, nos llegó la siguiente oración:
Oración por el Discernimiento y
Elección
de nuestro Nuevo Ministro General
de nuestro Nuevo Ministro General
Señor Jesucristo, tú nos llamas como llamaste a San Francisco de Asís a vivir fielmente el Evangelio en fraternidad, en misión y en el servicio a los pobres y marginados y en comunión con la Iglesia.
Tú designas hermanos, que siguiendo tu
ejemplo, ofrecen sus vidas en el servicio como Ministro general según tu propio
corazón, y a semejanza de Ti, entregándose ellos mismos en el amor.
Te damos gracias por nuestro hermano
José, nuestro ex Ministro general, por su fiel servicio a la Orden , a la Iglesia y al mundo.
Te pedimos, Señor Jesús que junto con el
Padre, envíes el Espíritu Santo sobre la Orden , de un modo especial durante este tiempo de
elección de un nuevo Ministro general. Acompaña el proceso de discernimiento y
la decisión de la fraternidad con tu sabiduría e inteligencia divinas.
Santísima Trinidad, da al nuevo Ministro
general a quien Tú ya has elegido, santidad y fortaleza para llevar a cabo el
ministerio y su misión.
Que tu Palabra reine suprema en su vida,
y que con cada una de sus palabras y acciones, pueda conducir la Orden a Ti que eres el Bien,
todo Bien, sumo Bien.
Continúa bendiciendo y guiando la Orden de los Frailes Menores
para que todo lo nuestro pueda cumplir tu santo y veraz mandamiento.
Que la Bienaventurada Virgen
María, Madre de Dios, interceda por nosotros.
Ahora y siempre. Amén.
sábado, 30 de marzo de 2013
¡Sí, verdaderamente ha resucitado!
¡Felices Pascuas de Resurrección!
Cristo Resucitado
La alegría que emana el corazón desde tan adentro nos ayude a hacer de nuestros días cielos nuevos y tierra nueva para nosotros, en nuestras familias y fraternidades; en nuestra Nación y en nuestra Iglesia.
Compartamos parte de la Carta del Ministro General de los Menores (dos párrafos discontínuos) de este año y de la Cuarta Carta de Clara a Inés de Praga como expresiones pascuales, entre tantas otras gozosas y hondas como éstas, de nuestras Ordenes, de nuestra Iglesia.
“¡Sí, verdaderamente ha
resucitado!”
Siempre me impresionó que los
cristianos orientales en este período se saludan con estas palabras: “¡Cristo
ha resucitado!”, a lo que se responde “¡Sí, verdaderamente ha resucitado!” Sí,
ha resucitado. Esta confesión de fe la hacemos en esta ocasión en el contexto
del Año de la fe, querido por Benedicto XVI “para que la Iglesia renueve el
entusiasmo de creer en Jesucristo, único salvador del mundo, reavive la alegría
de caminar por el camino que nos ha indicado; y testimonie de modo concreto la
fuerza trasformadora de la fe” (Benedicto XVI, Audiencia 17/10/2012).
La fe: adhesión a Cristo y a la Iglesia.
Intentando sintetizar al
máximo pienso que una palabra que podría ayudarnos a responder a la pregunta
¿qué es la fe? es adhesión: Adhesión cordial a una persona, la persona de
Cristo, y adhesión gozosa a unos contenidos, los que la Iglesia nos propone en el
Credo y a través del Magisterio. La adhesión a la persona de Jesucristo,
esencial en la vida de un creyente, comporta un encuentro personal con Jesús a
través de una vida intensa de oración, de una rica vida sacramental, y de la Lectura orante de la Palabra. Hemos de
ser muy conscientes de que en el campo de la fe nos lo jugamos todo en el
encuentro con la persona de Jesús. Sin ese encuentro nuestra adhesión será a
una idea o ideología, nunca a una persona o a una forma de vida. Por otra parte
la adhesión a los contenidos de fe que nos presenta la Iglesia comporta el
conocimiento de dichos contenidos y una reflexión profunda sobre ellos, así
como una visión de fe sobre la misma Iglesia. No se trata de profesar “mi fe”,
sino de hacer mía la fe de la
Iglesia , lo que se traduce en obediencia caritativa (cf. Adm
3, 6) y en asentimiento, “con la inteligencia y la voluntad a lo que propone la Iglesia ” (PF 10; Dei
Verbum 5; Dei Filius III). Hago mía la invitación del último Sínodo a reanimar
nuestro entusiasmo de pertenecer a la Iglesia (cf. Instrumentum Laboris 87). Solo desde
este entusiasmo podremos “restaurarla”, como hizo Francisco. (De la Carta del Ministro General de la Orden de los Hermanos
Menores. Domingo de Pascua en la Resurrección del Señor. 2013)
www.ofm.org
www.ofm.org
Dime: ¿Quién no se alegraría
de gozos tan envidiables? [la vocación y la vida santa de Inés de Praga]. Pues
alégrate también tú siempre en el Señor, carísima, y no te dejes envolver por
ninguna tiniebla ni amargura, oh señora amadísima en Cristo, alegría de los
ángeles y corona de las hermanas. Fija tu mente en el espejo de la eternidad,
fija tu alma en el esplendor de la gloria, fija tu corazón en la figura de la
divina sustancia, y transfórmate toda entera, por la contemplación, en imagen
de su divinidad. Así experimentarás también tú lo que experimentan los amigos
al saborear la dulzura escondida que el mismo Dios ha reservado desde el
principio para sus amadores. Deja de lado absolutamente todo lo que en este
mundo engañoso e inestable tiene atrapados a sus ciegos amadores, y ama
totalmente a quien totalmente se entregó por tu amor: a Aquel cuya hermosura
admiran el sol y la luna, cuyos premios no tienen límites ni por su número ni
por su preciosidad ni por su grandeza; a Aquel -te digo- Hijo del Altísimo,
dado a luz por la Virgen ,
la cual siguió virgen después del parto. Adhiérete a su Madre dulcísima, que
engendró un tal Hijo: los cielos no lo podían contener, y ella, sin embargo, lo
llevó en el pequeño claustro de su vientre sagrado, y lo formó en su seno de
doncella. (De la IV Carta de santa Clara de Asís a santa Inés de
Praga nn 9-19.)
www.franciscanos.net
viernes, 29 de marzo de 2013
Saludo de Card Comastri a Papa Francisco
Parroquia Santa Ana - Vaticano
Casi escondida sobre la Vía de la Puerta Angélica ,
que lleva hacia la Plaza
de San Pedro, en el Vaticano, se encuentra una Iglesia que guarda dentro de sí
un encanto que conmueve, y una gran riqueza espiritual y cultural. Se trata de la Iglesia Pontificia
de Santa Ana, única Parroquia de la Santa Sede , que es conocida como "Parroquia
Frontera", ya que está situada en una de las entradas vehiculares que
llevan de Roma al interior del Vaticano y es custodiada por la Guardia Suiza.
En esta Parroquia, el pasado
domingo 17 de marzo y antes de su primer Angelus en la Plaza de san Pedro, Papa
Francisco celebró la Eucaristía. Al
final de la Misa
el Card. Angelo Comastri, dirigió breves palabras de saludo, puestas más abajo,
a Papa Francisco. Contó entonces una hermosa experiencia que tuvo cuando Papa
Francisco dirigía su primer saludo a los hermanos presentes allí y a todo el
mundo, desde la Logia
en la plaza de san Pedro.
Card Comastri-Papa Francisco-Guido Marini
Saludo del Card Angelo
Comastri a Papa Francisco:
Padre Santo en estos días
hemos escuchado el viento de Pentecostés que ha sacudido las paredes de nuestra
alma. Cuando el pasado miércoles a las 19.05, miré el reloj, usted dijo me
llamaré Francesco, usted debería haber visto los rostros de los cardenales:
¡desde hace dos mil años no había sucedido que un papa se llamase Francisco!
Quién estaba a su lado le pregunto: “¿Cómo ha dicho? «Francisco» [respondió] ¿¡
Francisco!?” Y todos pasaban la voz, poco a poco, a todos los cardenales: “¡Tenemos
un papa Francisco!”.
A mí personalmente, me vino
enseguida a la mente un episodio. El 17 de septiembre de 1993 Juan Pablo II fue
a la Verna , yo
era obispo en Toscana y los obispos de la Toscana fuimos a recibirlo. En el gran refectorio
de la Verna al
terminar la comida, Juan Pablo II conversando con los frailes y con nosotros
los obispos dijo: “aquí en la
Verna y en Asís nació el franciscanismo pero de alguna manera
ha renacido el cristianismo, reencontrando la simplicidad y el fervor de los
inicios”. Es lo que está sucediendo padre Santo, reencontrando la simplicidad y
el fervor de los inicios.
Además, aquel día de la
elección cuando estuvimos en la Logia, cuando usted se asomó para el primer
saludo, otros cardenales nos encontrábamos en las logias laterales; los
altavoces estaban dirigidos hacia la plaza por lo cual nosotros no veíamos nada
ni tampoco escuchábamos nada. Después vimos a la gente en completo silencio
haciendo oración, no habíamos entendido la invitación, preguntábamos, pero ¿qué ha
sucedido?, ¡cuando de repente se quedaron todos callados! Cuando salí pregunté
¿qué ha sucedido? Le pregunté al primero que encontré, creo que era un operador
del Centro de Televisión, me dijo “¿no sabe lo que sucedió? El Papa le pidió a
la gente «oren por mí» y se inclinó para recibir las oraciones de la gente”. Y
agregó: “sabe que yo sentí el perfume de Belén, el perfume del Evangelio” y dos
lágrimas cayeron de los ojos -y yo me conmuevo fácilmente- cayeron también de
mis ojos.
Padre Santo, el mundo espera
el perfume de Belén, el perfume del Evangelio. Llene la Iglesia del perfume del
Evangelio que es el perfume de Jesús, evidentemente. Nosotros lo seguiremos,
Gracias.
jueves, 28 de marzo de 2013
Card. Ortega y manuscrito de Papa Francisco
Card. Jaime Ortega y Papa Francisco
El Cardenal Jaime Ortega,
Arzobispo de la Habana ,
compartió durante la Homilía
de la Misa que
concelebró el sábado 23 de marzo pasado, en su Catedral, un manuscrito que Papa
Francisco, entonces Cardenal Bergoglio, le entregara con la síntesis sobre lo
expuesto por él en una Congregación General previa al Cónclave. Finalizada
aquella intervención –que le “pareció, magistral, esclarecedora, comprometedora
y cierta”- el Card. Ortega se acercó a solicitarle el texto escrito. Como el
Card. Bergoglio desarrolló la exposición “sin papel”, no pudo complacerlo. Pero
posteriormente, “con delicadeza extrema” como dijo el Card. Ortega, redactó un
manuscrito con la síntesis de lo que había expresado en la Congregación General
complaciendo así el pedido del Cardenal cubano. Al recibirlo, éste preguntó al
Card Bergoglio si podía difundir este pensamiento, le respondió que sí; lo
compartió entonces, en aquellos días de discernimiento, con otros Cardenales.
Electo Papa Francisco, el Card Ortega volvió a preguntarle si podía difundirlo,
una vez más lo autorizó y esta vez lo compartimos aquí.
Manuscrito (fragmento)
Manuscrito*
- Se hizo referencia a la
evangelización. Es la razón de ser de la Iglesia.
- “La dulce y confortadora alegría
de evangelizar” (Pablo VI).
- Es el mismo Jesucristo
quien, desde dentro, nos impulsa.
1.- Evangelizar supone celo
apostólico.
Evangelizar supone en la Iglesia la parresía de
salir de sí misma. La Iglesia
está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del
misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia
y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria.
2.- Cuando la Iglesia no sale de sí
misma para evangelizar deviene autorreferencial
y entonces se enferma (cfr. La mujer encorvada sobre sí misma del Evangelio).
Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales
tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico.
En el Apocalipsis Jesús dice
que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que
golpea desde fuera la puerta para entrar… Pero pienso en las veces en que Jesús
golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia autorreferencial
pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.
3.- La Iglesia , cuando es
autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser el mysterium lunae y da lugar a ese mal tan
grave que es la mundanidad espiritual
(Según De Lubac, el peor mal que puede sobrevenir a la Iglesia ). Ese vivir para
darse gloria los unos a otros.
Simplificando; hay dos
imágenes de Iglesia: la
Iglesia evangelizadora que sale de sí; la Dei
Verbum religiose
audiens et fidenter proclamans, o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí.
Esto debe dar luz a los
posibles cambios y reformas que haya que hacer para la salvación de las almas.
4.- Pensando en el próximo
Papa: un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración
a Jesucristo, ayude a la
Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que
la ayude a ser la madre fecunda que vive de “la dulce y confortadora alegría de
evangelizar”.
*Este texto fue tomado de:
Palabra Nueva
www.palabranueva.net revista de la Arquidiócesis de la Habana
martes, 19 de marzo de 2013
Papa Francisco. Escudo y lema.
C'est la prière, c'est le sacrifice qui font toute ma force. Ce sont mes armes invincibles! ¡La oración y el sacrificio conforman toda mi fuerza. Son mis armas invencibles! Nos dice santa Teresita de Lisieux.
San Pablo a su vez, nos dice: «... tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagarla Buena Noticia de la
paz. Tengan siempre en la mano el
escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del
Maligno. Tomen el casco de la salvación,
y la espada del Espíritu, que es la
Palabra de Dios.»
(Ef 6, 13-17); «La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz» (Rm
13,12); «Nosotros, por el contrario, seamos sobrios, ya que pertenecemos al
día: revistámonos con la coraza de la fe
y del amor, y cubrámonos con el casco
de la esperanza de la salvación.» (1Ts 5,8)
El escudo y el lema de Papa Francisco los ves en la imagen puesta más arriba, su explicación la encuentras aquí abajo. La tomamos del sitio del Vaticano. www.vatican.va
San Pablo a su vez, nos dice: «... tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar
El escudo y el lema de Papa Francisco los ves en la imagen puesta más arriba, su explicación la encuentras aquí abajo. La tomamos del sitio del Vaticano. www.vatican.va
ESCUDO DEL SANTO PADRE
FRANCISCO: EXPLICACIÓN DEL ESCUDO Y DEL LEMA MISERANDO ATQUE ELIGENDO
EL ESCUDO
En las características
esenciales, el Papa Francisco ha decidido conservar su escudo de armas
anterior, elegido desde su consagración episcopal y caracterizado por una
lineal simplicidad.
El escudo azul está coronado
por símbolos de la dignidad pontificia, iguales a los queridos por su
predecesor Benedicto XVI (mitra colocada entre llaves cruzadas de oro y de
plata, unidas por un cordón rojo). En lo alto, campea el emblema de la orden de
la cual proviene el Papa, la
Compañía de Jesús: un sol radiante y resplandeciente cargado
por las letras, en rojo, IHS, monograma de Cristo. La letra H está coronada por
una cruz; debajo de esta letra, los tres clavos en negro.
Abajo, se encuentran la
estrella de ocho puntas -las ocho puntas simbolizan las ocho bienaventuranzas- y la flor de nardo. La estrella, según la antigua tradición heráldica,
simboliza la Virgen María ,
madre de Cristo y de la
Iglesia ; mientras la flor de nardo indica a San José, patrono de la Iglesia
universal. En la tradición iconográfica hispánica, de hecho, San José es
representado con un ramo de nardo en la mano. Poniendo en el escudo estas
imágenes, el Papa ha querido expresar la propia y particular devoción a la Virgen Santísima y San José.
EL LEMA
El lema del Santo Padre
Francisco está tomado de la
Homilía de San Beda el Venerable, sacerdote (Homilía 21:
CCL122, 149-151), el cual, comentando el episodio evangélico de la vocación de
San Mateo, escribe: “Vidit ergo Iesus publicanum et quia miserando atque eligendo vidit, ait Illia Sequere me” (Vio Jesús un
publicano y así como lo vio, con sentimiento de amor, y lo eligió, le dijo;
Sígueme).
Esta homilía es un homenaje
a la misericordia divina y es reproducida en la Liturgia de las Horas de la Fiesta de San Mateo (21 de
setiembre). Ella reviste un significado particular en la vida y en el
itinerario espiritual del Papa. De hecho, en la Fiesta de San Mateo del año
1953, el joven Jorge Mario Bergoglio experimentó, a la edad de 17 años, en un
modo del todo particular, la presencia amorosa de Dios en su vida. Luego de una
confesión, se sintió tocar el corazón y advirtió el descenso de la misericordia
de Dios, que con mirada de tierno amor, lo llamaba a la vida religiosa, según
el ejemplo de San Ignacio de Loyola.
Una vez elegido Obispo, S.E.
Mons. Bergoglio, en recuerdo de tal acontecimiento que signó los inicios de su
total consagración a Dios en su Iglesia, decide elegir, como lema y programa de
vida, la expresión de San Beda miserando
atque eligendo, que ha querido reproducir también en el propio lema
pontificio.
sábado, 16 de marzo de 2013
Papa Francisco. Cómo eligió el nombre.
San Francisco de Asís
En una Audiencia con los periodistas, esta mañana, en el Aula Pablo VI del Vaticano, Papa Francisco contó cómo eligió su nombre. Esa parte de la Audiencia la encuentras aquí abajo.
Algunos no sabían por qué el
Obispo de Roma ha querido llamarse Francisco. Algunos pensaban en Francisco
Javier, en Francisco de Sales, también en Francisco de Asís. Les contaré la
historia. En la elección, tenía junto a mí al Arzobispo emérito de San Pablo y
también prefecto emérito de la
Congregación para el Clero, el Cardenal Claudio Hummes: un
gran amigo, ¡un gran amigo! Cuando la cosa se iba poniendo peligrosa, él me
confortaba. Y cuando los votos alcanzaron los dos tercios, vino el consabido
aplauso, porque ha sido elegido el Papa. Y él me abrazo, me besó, y me dijo:
“¡No te olvides de los pobres!”. Y aquella palabra entró aquí [dijo “aquí”
mientras tocaba con el índice de la mano derecha su frente]: los pobres, los
pobres. Luego, inmediatamente, en relación a los pobres pensé en Francisco de
Asís. Luego, pensé en las guerras, mientras tanto el escrutinio proseguía,
hasta el último voto. Y Francisco es el hombre de la paz. Y así, ha venido el
nombre, en mi corazón: Francisco de Asís. Es para mí el hombre de la pobreza, el
hombre de la paz, el hombre que ama y cuida la creación [se entusiasma cuando
dice lo de la creación]; en este tiempo también nosotros tenemos con la
creación una relación no muy buena ¿no? Y el hombre que nos da este espíritu de
paz, el hombre pobre… ¡Ah, como quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!
Luego algunos vinieron con sugerencias graciosas. “Pero, deberías llamarte
Adrián, porque Adrián VI ha sido reformador, es necesario reformar…” [lo dice
con gesto severo]. Otro me dijo: “No, no: tu nombre debe ser Clemente”. “Pero,
¿por qué?”. “Clemente XV: ¡así te vengas de Clemente XIV que suprimió la Compañía de Jesús!” [lo
dice haciendo gestos de picardía]. Son bromas [se ríe de buena gana]…
(El original en italiano fue tomado de www.vatican.va)
jueves, 14 de marzo de 2013
Papa Francisco. Primera Misa.
El Papa Francisco celebró en la Capilla Sixtina, hoy a las 17 hs de Roma -13 hs aquí en Argentina- su primera Misa. Eligió las oraciones de la Misa "por la Iglesia". Concelebraron los Cardenales electores que participaron en el Cónclave.
Las Lecturas y el
Evangelio fueron: Is 2, 2-5; 1 Pt 2, 4-9; Mt 16, 13-19.
Aquí la homilía. (Original en italiano)
En estas tres
Lecturas veo que hay algo en común: es el movimiento. En la primera Lectura el
movimiento del camino; en la segunda Lectura, el movimiento de la edificación
de la Iglesia ;
en la tercera, en el Evangelio, el movimiento de la confesión. Caminar,
edificar, confesar*.
Caminar. «Casa de
Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor» (Isaías
2,5). Esto es lo primero que Dios dijo a Abrám. Camina en mi presencia y se
irreprensible (Gen 17,1). Caminar
siempre, en presencia del Señor, a la luz del Señor, procurando vivir con
aquella irreprochabilidad que Dios pedía a Abrám, en su promesa.
Edificar.
Edificar la Iglesia. Se
habla de piedras: las piedras tienen consistencia; pero piedras vivas, piedras
ungidas por el Espíritu Santo. Edificar la Iglesia , la Esposa de Cristo, sobre la piedra angular que es
el Señor mismo. He aquí otro movimiento de nuestra vida: edificar.
Tercero:
confesar. Podemos caminar cuanto queramos, podemos edificar tantas cosas, pero
si no confesamos a Jesucristo, la cosa no va. Llegaremos a ser una ONG piadosa,
pero no la Iglesia ,
la Esposa del
Señor. Cuando no se camina, uno se detiene. Cuando no se edifica sobre piedras
¿qué sucede? Sucede lo que sucede a los niños en la playa cuando hacen
castillos de arena. Todo se viene abajo, no tiene consistencia. Cuando no se confiesa
a Jesucristo, me viene la frase de León Bloy: “Quien no reza al Señor, reza al
diablo”. Cuando no se confiesa a Jesucristo, se confiesa la mundanidad del
diablo, la mundanidad del demonio.
Caminar, edificar-construir,
confesar. Pero la cosa no es tan fácil, porque en el caminar, en el construir,
en el confesar, a veces hay sacudidas, hay movimientos que no son propiamente
movimientos del camino: son movimientos que nos tiran atrás.
Este Evangelio
prosigue con una situación especial. El mismo Pedro que ha confesado a Jesucristo,
le dice: Tú eres Cristo, el Hijo de Dios vivo. Yo te sigo, pero no hablemos de
Cruz. Esto no entra. Te sigo con otras posibilidades, sin la Cruz. Cuando caminamos sin la Cruz , cuando edificamos sin la Cruz y cuando confesamos un
Cristo sin Cruz, no somos discípulos del Señor: somos mundanos, somos Obispos,
Sacerdotes, Cardenales, Papas, pero no discípulos del Señor.
Quisiera que
todos, después de estos días de gracia, tengamos el coraje, propiamente el
coraje, de caminar en presencia del Señor, con la Cruz del Señor; de edificar la Iglesia sobre la sangre
del Señor, que ha derramado sobre la
Cruz ; y de confesar la única gloria: Cristo Crucificado. Y así
la Iglesia irá
adelante.
Auguro a todos
nosotros que el Espíritu Santo, por la oración de Ntra. Señora, nuestra Madre,
nos conceda esta gracia: caminar, edificar, confesar a Jesucristo Crucificado.
Así sea.
Nota del blogger:
*Confesar = Reconocer, reconocer
con la propia vida. Testimoniar.
Es bueno también hacer notar que los matices en la pronunciación, los gestos durante la predicación, las pausas y los breves silencios fueron significativos ya que creaban relieves, subrayaban algunos conceptos. No están expresados en el texto.
Es bueno también hacer notar que los matices en la pronunciación, los gestos durante la predicación, las pausas y los breves silencios fueron significativos ya que creaban relieves, subrayaban algunos conceptos. No están expresados en el texto.
miércoles, 13 de marzo de 2013
Papa Francisco. El Arzobispo de Buenos Aires

Papa Francisco
El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, es el nuevo Papa con el nombre de Francisco. Se formó en la Compañía de Jesús, es jesuita. Estamos aquí en Argentina felicísimos y agradecidos y nos sentimos ahora particularmente comprometidos con este pontificado. Acompañaremos al papa Francisco con la santidad de vida y la oración.
Se dirigió en italiano -aquí traducido al argentino- a la multitud que colmaba la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, y nos bendijo a todos.
Hermanos y hermanas, buenas tardes.
Saben que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Les agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. Gracias. Y ante todo, quisiera rezar por nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI. Oremos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y
(reza en italiano: Padre nuestro. Ave María. Gloria.).
Y ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo. Este camino de
(se inclina hacia los fieles, mientras oramos por él)
Ahora daré
(Bendición con indulgencia plenaria. En latín. No canta)
Hermanos y hermanas, los dejo. Muchas gracias por la acogida. Recen por mí y hasta pronto. Nos veremos pronto. Mañana quisiera ir a rezar a
* * *
Fumata blanca
Te damos gracias Dios inmensamente Bueno por la Iglesia. Ayúdanos a ser fieles al Amor con que nos amas. Que te agrademos siguiendo con alegría los pasos de tu Hijo, su Evangelio. Que nuestra oración y nuestra vida estén siempre inspiradas y sostenidas por tu Espíritu. Te encomendamos al Papa Francisco, Madre nuestra, que lo acompañes en todo como acompañaste a Jesús, tu hijo amado.
Segundo día por la mañana. Fumata negra.
Escribiendo en la papeleta, lo que oró y pensó en el corazón.
En el n 66 de la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis -sobre la vacante de la Sede Apostólica y la elección del Romano pontífice-, del año 1966, de Juan Pablo II se establece la modalidad del escrutinio en su segunda fase o escrutinio verdadero y propio. Aqui abajo posteo el n 66 de la UDG.
66. La segunda fase, llamada escrutinio verdadero y propio, comprende: 1) la introducción de las papeletas en la urna apropiada; 2) la mezcla y el recuento de las mismas; 3) el escrutinio de los votos. Cada Cardenal elector, por orden de precedencia, después de haber escrito y doblado la papeleta, teniéndola levantada de modo que sea visible, la lleva al altar, delante del cual están los Escrutadores y sobre el cual está colocada una urna cubierta por un plato para recoger las papeletas. Llegado allí, el Cardenal elector pronuncia en voz alta la siguiente fórmula de juramento: Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido. A continuación deposita la papeleta en el plato y con éste la introduce en la urna. Hecho esto, se inclina ante el altar y vuelve a su sitio.
Si alguno de los Cardenales electores presentes en la Capilla no puede acercarse al altar por estar enfermo, el último de los Escrutadores se acerca a él, previo el mencionado juramento, entrega la papeleta doblada al mismo Escrutador, el cual la lleva de manera visible al altar y, sin pronunciar el juramento, la deposita en el plato y con éste la introduce en la urna.
Fórmula del juramento en latín:
Testor Christum Dominum, qui me iudicaturus est, me eum eligere, quem secundum Deum iudico eligi debere.
* * *
Esperando los próximos escrutinios
Fumata negra
Sigamos en oración. Perseveremos, suplicantes y agradecidos al Señor -ya desde ahora- por el don que nos hace al darnos un nuevo Papa. Pidamos la asistencia del Espíritu Santo sobre los Cardenales para que alcancen la comunión en el discernimiento del nombre del hermano que según el designio amoroso y benevolente de Dios será elegido Papa para el bien de la Iglesia de hoy y el mundo y lo expresen.
martes, 12 de marzo de 2013
Cónclave, juramento. Primer escrutinio.
Respetando la precedencia,
pasan los Cardenales haciendo el juramento personal.
pasan los Cardenales haciendo el juramento personal.
Pudimos escuchar, a cada uno de los 115 Cardenales electores, pronunciar en latín el siguiente Juramento en la Capilla Sixtina antes del "extra omnes" pronunciado por Mons. Guido Marini invitando a todas las otras personas a salir de la Capilla, dejándolos solos para realizar el primer escrutinio, este primero facultativo. Fumata negra fue la primera y única que se pudo ver hoy. Perseveremos en la oración.
Et ego N. Cardinális N.
spóndeo, voveo ac
iuro
Et manus imponentes super Evangelium,
adiungent:
Sic me Deus
ádiuvet
et haec Santa Dei
Evangelia,
quae manu mea
tango.
En nuestra lengua
Y yo N. Cardenal N.
prometo, me
obligo y juro
y poniendo la mano sobre los Evangelios,
añadirá
Así Dios me ayude
y estos Santos
Evangelios
que toco con mi
mano.
lunes, 11 de marzo de 2013
Inicio del Cónclave
Ingreso de los Cardenales a la Capilla Sixtina
Mañana martes 12 de marzo a las 16,30 horas de Roma, 12,30 horas aquí en Argentina, dará inicio el Cónclave que tiene por misión elegir al nuevo Papa.
En el trayecto que recorrerán desde la Capilla Paulina hacia la Capilla Sixtina, y durante la procesión y el ingreso a la Capilla, los 115 Cardenales electores entonarán las Letanías de los Santos, ya en sus lugares orarán cantando con el Veni, creator Spiritus. Himno que encuentras aquí abajo en latín según la versión que figura en la sección del sitio del Vaticano dedicada al Cónclave y una traducción más abajo.
Acompañemos durante estos días, con nuestra oración, a los Cardenales.
En el trayecto que recorrerán desde la Capilla Paulina hacia la Capilla Sixtina, y durante la procesión y el ingreso a la Capilla, los 115 Cardenales electores entonarán las Letanías de los Santos, ya en sus lugares orarán cantando con el Veni, creator Spiritus. Himno que encuentras aquí abajo en latín según la versión que figura en la sección del sitio del Vaticano dedicada al Cónclave y una traducción más abajo.
Acompañemos durante estos días, con nuestra oración, a los Cardenales.
VENI, CREATOR SPIRITUS
Veni, creátor Spíritus,
mentes tuórum vísita,
imple supérna grátia,
quae tu creásti, péctora.
Qui dicéris Paráclitus,
donum Dei altíssimi,
fons vivus, ignis, cáritas,
et spiritális unctio.
Tu septifórmis múnere,
dextrae Dei tu dígitus,
tu rite promíssum Patris,
sermóne ditans gúttura.
Accénde lumen sénsibus,
infúnde amórem córdibus,
infírma nostri córporis
virtúte firmans pérpeti.
Hostem repéllas lóngius,
pacémque dones prótinus;
ductore sic te praévio
vitémus omne nóxium.
Per te sciámus da Patrem
noscámus atque Fílium,
tu utriúsque Spíritum
credámus omni tempore.
Amen.
VENI, CREATOR SPIRITUS
Ven, Espíritu creador,
visita las mentes de los tuyos.
Llena con la gracia de lo alto,
los corazones de aquellos que tú creaste,
(tú) que eres llamado Abogado,
don de Dios altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y unción espiritual.
Tú, don en siete formas;
dedo de la diestra paterna,
tú debidamente prometido por el Padre,
enriqueces nuestras gargantas con tu lenguaje.
Enciende con tu luz nuestros sentidos,
infunde tu amor en nuestros corazones;
la debilidad de nuestro cuerpo,
la virtud afirme siempre.
Repele lejos al enemigo,
y danos siempre la paz,
yendo tú delante, como guía,
evitemos todo lo nocivo.
Por ti sepamos del Padre,
y también al hijo conozcamos
y a ti, de ambos el Espíritu,
creamos en todo tiempo.
Amén.
VENI, CREATOR SPIRITUS
Ven, Espíritu creador,
visita las mentes de los tuyos.
Llena con la gracia de lo alto,
los corazones de aquellos que tú creaste,
(tú) que eres llamado Abogado,
don de Dios altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y unción espiritual.
Tú, don en siete formas;
dedo de la diestra paterna,
tú debidamente prometido por el Padre,
enriqueces nuestras gargantas con tu lenguaje.
Enciende con tu luz nuestros sentidos,
infunde tu amor en nuestros corazones;
la debilidad de nuestro cuerpo,
la virtud afirme siempre.
Repele lejos al enemigo,
y danos siempre la paz,
yendo tú delante, como guía,
evitemos todo lo nocivo.
Por ti sepamos del Padre,
y también al hijo conozcamos
y a ti, de ambos el Espíritu,
creamos en todo tiempo.
Amén.
jueves, 28 de febrero de 2013
¡Gracias Benedicto XVI!
Benedicto XVI última aparición como Papa
Castel Gandolfo, 28 de febrero de 2013
cerca de las 17,30 horas, hora de Roma.
cerca de las 17,30 horas, hora de Roma.
Benedicto XVI dirigió espontáneamente unas palabras en italiano a los presentes mientras lo saludaban con gran entusiasmo, vivándolo y agradeciéndole, en su última aparición en público como Papa. Comparto aquí, traducidas desde el audio, sus palabras. Encuentran el video en: http://www.youtube.com/watch?v=X7ny81Xi_8s
¡Gracias! ¡Gracias a ustedes!
Queridos amigos, estoy feliz de estar con ustedes, rodeado por la
belleza de la creación y con vuestra simpatía que me hace muy bien. Gracias por
vuestra amistad y vuestro afecto. Ustedes saben que este día mío es
distinto a los precedentes: no soy más el Pontífice Sumo de
Sede Vacante
Del Misal Romano les copio la Antífona de entrada y la ORACIÓN COLECTA de la Misa para la elección del Papa.
Antífona de entrada: Me suscitaré un sacerdote fiel, que obrará conforme a mi corazón, dice el Señor. Y edificaré para él una casa duradera, y caminará en mi presencia todos los días de su vida. (Cf. 1 Sam2, 35)
ORACION COLECTA: Dios y Pastor eterno, que gobiernas y proteges siempre a tu Iglesia, concédele, en tu infinita bondad, un pastor que te agrade por su santidad y que nos guíe y acompañe con paternal solicitud.
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